lunes, 14 de abril de 2008

Confessions de part

Hacer una confesión de vida a los casi 72 años me resulta ridículo. Me rehúso a pasar los pocos días que me quedan al pie de un altar, pidiendo perdón por cada una de mis canas. A estas alturas ya no tiene sentido arrepentirse de nada; y honestamente, cada día recuerdo menos las cosas. A mi edad los huesos son tan frágiles como la memoria, querido lector.

Si algo tengo que decir sobre mí, quizás se pueda resumir en afirmar que he vivido. He vivido cuanto he podido. No niego, sin embargo, que mirar al pasado me es recurrente. Pero todos, querido lector, estamos hechos de recuerdos, de añoranzas. Y los viejos no tendremos ya mucho futuro, pero sí tantísimo pasado.

Encontrarán seguramente divertido, o extraño, el que en un viejo escriba en un mundo de hoy. Y créame que venir a entender lo que es un blog, me ha resultado la empresa más agobiante del pasado año, y quizás de toda mi vida. En mi época la vida la enseñaban los adultos, y los niños acataban las lecciones. Ahora todo es al revés. Que yo recuerde, es la primera vez que un adulto sabe menos que un pequeño de 10 años.

Al decir verdad, yo tengo algunas nociones de estos aparatos modernos. Son ya 7 años que mi hijo ad honorem vive en Roma, y su regalo de despedida fue un monstruoso aparato que ocupa un sitial exagerado en mi pequeño comedor de diario. Se trata de una computadora de éstas que tienen internet y una cámara para poder imaginar que se está frente a frente. Tuve que aprender primero a pronunciar “Messenger”, y luego a utilizarlo. Aprendí a “navegar”, y descubrí un mundo casi paralelo. Fue darme cuenta de que este mundo ya no me pertenece.

Yo escribo desde la infancia. Escribir ha sido parte fundamental de los días de mi vida. Y el cigarro, parte fundamental de poder escribir. Hace unos años que inicié la aventura de intercambiar escritos por internet. Y cometo hoy el temerario atrevimiento de publicar estas líneas, este “blog”, o simplemente esta bitácora de vida, a todos aquellos que desean buenamente darse un respiro por estas líneas.

2 comentarios:

Rita Vera dijo...

Hola Carlos, bienvenido a la blogosfera. Tengo un chuky que se llama igualito que tu y por eso llegue a tu blog, espero que sigas posteando y nos demuestres que los ancianos son mas que adornos en el parque.

Unknown dijo...

Hola Carlos ... me gusta lo que escribes , sigue haciendolo ... te seguiré de cerca... RXITOS
JJ